Pensadores principales: Raúl Prebisch, Celso Furtado, José Medina Echavarría, Regino Botti, Jorge Ahumada, Juan Noyola Vázquez, Aníbal Pinto, Osvaldo Sunkel y Cardoso y Falleto.
Desde los 50s Raúl Prebish comienza a desarrollar la teoría centro-periferia como un modelo desarrollista. Denomina a los países desarrollados como países de centro y a los países en desarrollo desde el punto de vista tecnológico y productivo. Sostenía la gran brecha existente entre el centro y la periferia.
Prebish pudo observar como en los países de periferia los postulados clásicos no aplicaban por ejemplo con respecto a los precios. Prebish creía que el desarrollo solo se podría realizar “si se imprimía un nuevo rumbo al desarrollo de las naciones latinoamericanas”.
El autor basa su teoría en la industrialización espontanea. Bajo estos así como surge la trayectoria intelectual del CEPAL.
“La CEPAL se manejó admirablemente en ese contexto. No sólo se tornó en una referencia indispensable cuando se hablaba de América Latina, sino que desarrolló una teorización propia en la que combinó en forma consistente un buen número de innovaciones conceptuales: relaciones "centro-periferia", deterioro de los términos de intercambio, desequilibrio estructural del balance de pagos, inflación estructural, desempleo estructural, planificación del desarrollo en América Latina, integración regional, entre otras.”
En el caso de México, se vio la influencia con el desarrollo estabilizador con los presidentes Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz de 1959 a 1970. Durante este periodo no se tuvo ninguna devaluación de la moneda nacional, y se logró un gran desarrollo sin inflación y con un gran aumento del poder adquisitivo del salario.
Los objetivos económicos fueron:
Lograr una situación sana de finanzas públicas y política monetaria restrictiva.
Fomentar el ahorro y la inversión con políticas macroeconómicas.
Generar un flujo de recursos financieros mundiales
Elevar la productividad
Pensamiento del Cepal en la década de los 80s.
Esta década es la llamada década perdida latinoamericana ya que los países se vieron envueltos en una crisis con problemas fiscales, burocráticos y de deuda externa. Esta crisis se dio debido a la dinámica del desarrollo económico latinoamericano de 1940 a 1970 con la estrategia desarrollista, donde se daba el amparo de una fuerte intervención del Estado. La izquierda acusó a la globalización esta crisis y la derecha apostó por la liberalización.
Durante este periodo se vio un cambio de pensamiento en relación al desarrollismo por parte de la CEPAL, el cual pasó a tomar menos importancia de estudio.
Los objetivos económicos que se dieron fueron las siguientes:
La centroderecha pragmática (que no era un ente político fijo o legal sino un establishment capitalista) determinó que se debía liberar los precios para que se diera un equilibrio relativo y reformas hacia el mercado y el estado que beneficiaban más el libre comercio; esto es reformas para la liberalización comercial y la privatización.
La derecha neoliberal aprobaban las ideas de la derecha pragmática pero con la reducción de la intervención del Estado en las transacciones del mercado.
La centroizquierda moderna denotaron a la crisis como una crisis de Estado por lo que también adoptó las ideas del centro pragmática de que permearan los fundamentos macroeconómicos y reformas orientadas al mercado. Dejando claro que esto no era suficiente para asegurar la estabilidad y para esto propuso la reconstrucción del Estado para que este pudiera corregir las fallas futuras del mercado. La reconstrucción antes mencionada se podía dar por medio de: “superación de la crisis fiscal, redefinición de las formas de intervención en lo económico y en lo social, y reforma de la administración pública.”
La centro-derecha pragmática tomó como correcta la propuesta de la centro-izquierda moderna por lo que el Banco Mundial y la ONU comenzaron en trabajar en la reconstrucción del Estado.
Pensadores principales: Fernando Fajnzylber, Enrique Iglesias.
Fernando Fajnzylber: Escribió dos documentos sobre el desarrollo cepalino a largo plazo. El primero es una crítica hacia la industrialización de Amèrica Latina donde detecta lagunas, fallas y distorsiones y propone una “nueva industrialización” la cual se basaría en un núcleo endógeno de progreso técnico. El segundo documento habla sobre los patrones de crecimiento y los compara con países como Corea y España. Divide a los países latinoamericanos en 3:
Los que habían crecido rápidamente pero tenían un ingreso concentrado
Los que tenían un ingreso con una distribución decente pero un crecimiento estancado e ingreso concentrado
Los que tenían un ingreso concentrado y el crecimiento era casi nulo.
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